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Optimizar la gestión de repuestos.
Una correcta gestión de repuestos es parte fundamental
de la optimización de las actividades de mantenimiento, pues nos ofrece la
posibilidad de alargar la vida útil de los equipos. Y es que, por muy
intensivamente que se monitorice el estado de la maquinaria y aunque esta sea
de alta gama, siempre vamos a acabar necesitando repuestos
industriales de algún tipo.
Por lo tanto, es imprescindible plantearse
los mecanismos de obtención de este repuesto, pues constituye una
cuestión que deberemos abordar a medio plazo. Desgraciadamente, muchas
unidades se diseñan sin prever fallos productivos o incluso se manufacturan
explícitamente bajo criterios de obsolescencia programada, lo cual nos aboca a
un gran problema de eficacia y sostenibilidad.
Cuando no conseguimos una pieza de repuesto concreta muy posiblemente generaremos
residuos industriales por falta de viabilidad en la reparación de las unidades, lo que es un
problema actual que implica ingentes volúmenes de activos.
Alternativas de mejora de la gestión de repuestos: Implantación del RCM.
El mantenimiento centrado en la fiabilidad consiste en un compendio metodológico que pretende reducir las averías que se dan en los equipos.
Este procedimiento realiza un profundo análisis de las instalaciones con el objetivo de confeccionar un específico y estricto plan de mantenimiento. El RCM permite:
1) Identificar cambios necesarios para compensar fallos de diseño, siendo muy importante la trazabilidad del producto desde su origen.
2) Establecer procedimientos para evitar fallos y minimizar sus consecuencias.
3) Configurar una lista de repuestos que es conveniente mantener en stock en caso de fallo.
Este sistema aumenta significativamente la fiabilidad de las instalaciones, reduciendo los tiempos de parada y gestionando la obtención del repuesto con diligencia.
Mecanismos contra la obsolescencia.
Se trata de un fenómeno que no podemos modificar en su origen, pues ha sido implementado en el diseño del equipo o material. Sin embargo, hay medidas que mitigan sus efectos:
1) El mantenimiento preventivo nos ayuda a cuidar de los equipos, alargando su vida útil.
2) El mantenimiento predictivo nos permite adaptar la consecución de cada repuesto, considerando su plazo de entrega. Es decir, debemos establecer correctamente los índices de desgaste para saber qué repuestos necesitaremos y cuándo exactamente.
3) La gestión inteligente del stock también se hace vital. Debemos conocer con precisión las existencias de las que disponemos y su localización exacta. Al mismo tiempo, podemos recurrir a un software de gestión que optimizará los parámetros de funcionalidad óptima del stock.
Además, la monitorización del origen y destino de cada unidad, equipo, artículo o material nos va a ayudar a llevar estrictos registros para su trazabilidad.
Obviamente, un eficaz registro de entradas y salidas va a facilitar la gestión en general, para lo que vuelve a ser conveniente el empleo de un software eficaz.
En definitiva, este es un campo de gran dinamismo que requiere medidas flexibles e inteligentes. Por un lado, se trata de reducir costes de mantenimiento y aumentar la eficacia de la planta considerada. Por otro, también es trascendente garantizar estándares de calidad.
La gestión de repuestos constituye un reto industrial, pero también social y medioambiental en el sentido de que favorece la sostenibilidad y el manejo respetuoso de recursos.
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